Cuarto día
El cuarto día se empieza con una visita al Stadshuset, el precioso ayuntamiento, al otro lado del río desde Centralstationen, en la isla de Kungsholmen; un bonito barrio para pasear tranquilamente si se tienen más ganas de caminar. Si no, y si el tiempo acompaña, se puede llevar el traje de baño y tomar el sol en la terraza del Stadshuset, como hacen los suecos.
A continuación se toma el metro hasta Östermalm para comer en el Lisa Elmqvist, dentro del fabuloso Östermalms Saluhall, donde se podrán comprar especialidades gastronómicas para llevar a casa. Después, nada mejor que aprender cosas sobre los vikingos en el Historiska Museet, donde se exponen desde calaveras y armaduras hasta monedas antiguas y elaborados collares de filigrana de oro. Lo siguiente es visitar el Svenskt Tenn, donde se descubrirán las bases del diseño de interiores sueco.
Por la noche, es el momento de un capricho en forma de cena de lujo en el Ekstedt o el Gastrologik, dos de los mejores restaurantes de Estocolmo, y para acabar, hay que volver a Norrmalm a tomar un cóctel y en el East y el Café Opera.