Lo primero que se nota en el enclave geotermal de Rotorua es el olor a azufre. Pero son los productos volcánicos lo que todo el mundo quiere ver: géiseres, barro burbujeante, grietas humeantes y pozas de aguas ricas en minerales. Rotorua es única, una realidad de la que se aprovechan sin miramientos algunos negocios locales. No es necesario gastar una fortuna para ver un volcán, pues pueden contemplarse por muy poco (o gratis) en los parques, las aldeas maoríes o desde la propia carretera.
Rotorua geotermal

Jesper Bülow_Getty Images