A medida que se inicia el descenso, toma forma una escena mágica: un perfecto anillo en código Morse compuesto por motu (islotes) generosamente cubiertos de palmeras, que separan el índigo del océano de la vigorizante paleta de azules de la laguna. Aunque Bora Bora es un destino predilecto de recién casados, es de imaginar que nadie viene hasta aquí solo para descorchar una botella de champán. Senderismo, submarinismo y buceo son algunas de las opciones de aventura que ofrece.
Bora Bora

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